En nuestro ordenamiento jurídico las causales de despido se encuentran contempladas en los artículos 159, 160 y 161 del Código del Trabajo, y las más comunes son las siguientes:

1. Necesidades de la empresa.
2. Inasistencia injustificada.
3. Incumplimiento grave de las obligaciones que impone el contrato.
4. Vencimiento de plazo fijo.
5. Término de obra.

El trabajador cuyo contrato termine por aplicación de una o más causales y que considere que dicha aplicación es injustificada, indebida o improcedente, o que no se haya invocado ninguna causal legal, podrá recurrir al juzgado competente, siempre con la asistencia de un abogado, dentro del plazo de sesenta días hábiles contado desde la separación, a fin de que un tribunal así lo declare.

El trabajador tendrá derecho al pago de las indemnizaciones legales que correspondan, que varían dependiendo de la causal invocada, y a un recargo proporcional sobre la indemnización por los años de servicio.

El trabajador podrá demandar conjuntamente con el despido injustificado la declaración de vulneración de derechos fundamentales, que puede tener como consecuencia un pago de 6 a 11 remuneraciones mensuales como indemnización adicional.